El sabor de la Miel.


El sabor de la miel es la primera novela histórica de Manuel Laorden y espero que no sea la última, porque la verdad es que aunque al principio de su lectura pueda no parecerlo, el sabor de la miel es un buen libro, ameno, entretenido, diferente y que en definitiva cuenta una historia que sucedió en nuestro país, concretamente en Barcino, el nombre que tenia Barcelona en la época romana.

No es en absoluto "El sabor de la Miel" la típica novela épica y ambiciosa, donde se narran grandes hechos históricos de los más famosos generales romanos, pero eso no desmerece la obra en absoluto. En ocasiones los detalles nos ayudan a comprender el todo, y esta novela nos ayuda a comprender como era la vida y regulación de una pequeña colonia romana de la época, Barcino, que estaba a la sombra de la todopoderosa Tarraconensis (Tarragona.) Comprobaremos cuales eran los problemas a los que se enfrentaban los habitantes y gobernantes de las provincias romanas, que tenían que afrontar la desidia del senado romano con respecto a sus problemas y los constantes abusos de poder de los gobernantes de la capital.

En el fondo, lo más impactante de la novela es...




que sin apenas darte cuenta vas entrando en la historia a través de los personajes, empiezas a tomar partido y te lamentas de las decisiones de los protagonistas, al final lo que más transciende es una historia de amor imposible, la amistad y la maldad, sentimientos que nos llegaran hasta lo más hondo.
Como es la primera novela del autor voy a permitirme comentar que hecho a faltar una ubicación temporal de los sucesos, aunque es cierto que puede descubrirse fácilmente en internet la época de la que se está hablando, ya que hay pasajes sobre algunos emperadores. Puestos a pedir, se hubiera agradecido (y mucho) un mapa de Barcino.

Si os decidís a leer "El sabor de la miel" las primeras cuarenta - cincuenta paginas os resultaran algo confusas y quizá os hagan pensar en una obra atropellada, en que todo sucede deprisa y sin mucho control, pronto comprobareis que no es así y su lectura empieza a cobrar sentido. En cualquier caso quizá si pueden faltarle algunos párrafos introductorios (o descriptivos) cuando se traslada de uno a otro de los personajes, aunque seria a costa de perder algo de fluidez, la verdad es que no tiene razón de ser tantos peros, la obra tiene ritmo y engancha, todo lo necesario para pasar unas muy buenas horas de lectura.

Lo más sorprendente es que la novela te hace meterte tan dentro de los personajes que estarás deseando con avidez que los protagonistas vivan un final feliz, casi como sucedía con Ingrid Bergman y Humphrey Bogart en Casablanca, por supuesto no desvelare el desenlace final.

Titulo: El sabor de la Miel.
Editorial Milenio.
Autor: Manuel Laorden.
Otros libros del autor: Es su primera novela, esperemos que no sea la última.
Valoración: **** (Muy bueno)
Leerlo si os gusto:
Doña Jimena, La voz dormida y El niño con el pijama de rayas.

4 comentarios:

  1. estoy de acuerdo con el autor al principio parece un poco atropellada y te desorienta pero en seguida te engancha y disfrutas de una buena história, es de esos libros para tener en tu biblioteca y volver a releer con el tiempo

    ResponderEliminar
  2. Muy buena pinta, el hecho de que se ubique en Barcino me atrae bastante.

    ResponderEliminar
  3. Desde luego, es una pena que no haya publicado más este autor, pues además de una lectura trepidante y amena, tiene la extraña habilidad de crear personalidades en sus personajes más propias de un escritor veterano que de uno novel. De hecho, creo que la fuerza de esta novela radica en sus personajes y en las situaciones a las que el autor les enfrenta.

    Me ha gustado cómo da las lecciones de historia, que a todos nos gustan pues nos gusta el género en sí. No suelta parrafadas sin venir a cuento o forzadas para demostrar "cuanto sabe". Su recurso es poner a los personajes en una situación real donde esa lección es explicada. Por ejemplo, la boda, el entierro o la manumisión del esclavo, nos los explica in situ, algo está pasando para que lo cuente, no fuerza la situación para transmitir historia.

    No estoy de acuerdo en que sea atropellada el inicio de la obra. Creo que es un estilo que (que me perdone el autor por la desigual comparación) salvando las distancias, usan Gordon o Follet en sus obras, ve de un escenario a otro sin aparente continuidad, y las situaciones en un momento dado convergen para dar sentido al todo. Me encanta ese estilo porque da dinamismo a las lecturas. De hecho es un estilo muy cinematográfico.

    Lo que sí echo en falta es que el libro fuese un poco más largo (y completamente de acuerdo en que un mapa hubiera sido más que necesario). Sus 200 y pico hojas se me quedaron muy cortas, hubiera deseado poder seguir con la lectura otras tantas por lo menos.

    ResponderEliminar