Un sabor mas agrío que dulce me ha dejado la lectura de Sangre Guerrera de Christian Cameron pues esta novela, ambientada históricamente, destila modernidad en cada una de sus páginas, en mi opinión uno de los peores defectos que puede tener una novela histórica pues suele provocar en el lector cierto desapego por los sucesos en que se ven inmersos los protagonistas de la historia.
Lo cierto es que antes que Sangre Guerrera había leído Marathon, la continuación de esta serie de novelas sobre el conflicto entre persas y griegos, y tenia un buen recuerdo de ella, probablemente porque deje de lado mis perjuicios históricos y simplemente disfrute de la mucha acción de esta segunda entrega donde tenían lugar algunas de las batallas más interesantes de la antigüedad. En cambio al escribir Sangre Guerrera, la primera novela de la serie, al autor no le queda otra que dedicar sus esfuerzos a construir el personaje y una trama creíble, y es precisamente ahí donde más se notan sus lagunas tanto en documentación histórica como en calidad literaria, y es que el hecho de que el protagonista tenga una madre alcohólica en el mundo griego no ayuda demasiado.