El constructor de Pirámides de Santiago Morata


Lo primero que me viene a la mente tras acabar de leer El constructor de Pirámides de Santiago Morata es que he disfrutado como un enano; hacía mucho tiempo que no leía una novela sobre el antiguo Egipto que me dejara absolutamente satisfecho y no lo hiciera a medias, estamos ante una historia redonda desde el principio hasta el final a la que no cabe ponerle pegas.

El constructor de Pirámides nos traslada al año 2.619 a.c. la época de la construcción de las pirámides que todavía podemos contemplar en la actualidad y que sin duda dejan maravillado y realmente sorprendido a quienes hemos tenido la suerte de poder contemplarlas, sobre todo las pirámides construidas en la meseta de Guiza. La novela de Santiago Morata en absoluto se limita a la construcción de las pirámides, sino que narrará la forma de vida del Egipto de los faraones Keops y Snefru, ciñéndose a la historia cuando es posible hacerlo y novelando con maestría cuando las ingentes lagunas que ha dejado la historia así lo aconsejan, algo comprensible pues han transcurrido 4.600 años desde la construcción de estas pirámides que tuvo lugar en una de las épocas de mayor apogeo de Egipto.


Resulta sorprendente la forma utilizada por Santiago Morata para irnos narrando la historia, pero sin duda alguna el resultado final es excelente; cada capítulo es narrado en primera persona por uno de los personajes de la historia (algunos repiten) logrando de esta guisa reflejar el carácter de cada uno de ellos e introducirnos de lleno en la novela desde el primer momento, aunque aquí habría que matizar que durante el primer tercio de El constructor de Pirámides tendremos la sensación de andar algo perdidos lo que compensará el escritor encajando posteriormente todas las piezas como si siempre hubieran estado en su sitio, ya no solo en la novela sino también de los sucesos históricos conocidos, verdaderamente genial.

En algún momento puede llegar a parecer que los personajes son algo simples, pero a medida que vayamos devorando las páginas de El constructor de Pirámides iremos descubriendo que algunos son más complejos de lo que parecía a priori, incluso el malvado Keops. Por supuesto no faltará la historia de amor del personaje principal que no es otro que el constructor de las pirámides de Keops y Kefren.

Estoy convencido de que esta reseña no logra reflejar la satisfacción que me ha proporcionado leer El constructor de Pirámides, una novela ágil, divertida, amena y con todos los ingredientes inherentes a una gran historia, intriga, traición, muerte, giros de la trama realmente sorprendentes, conversaciones inteligentes entre los personajes y sobre todo historia, mucha historia sobre una de los grandes misterios de la antigüedad, la construcción de la gran pirámide de Keops, la única de las 7 maravillas del mundo que ha llegado hasta nuestros días.

Por último quiero romper una lanza a favor de la editorial Pàmies que cuida de forma recurrente al lector y solo publica buenas novelas históricas, sin tirar por la vía fácil de publicar muchos libros bajando la calidad o girando hacia ese mercado tan odiado por los verdaderos amantes de la novela histórica que dio inicio con El codigo da Vinci, probablemente la única novela de misterios religiosos y sectas malvadas que salvaría de la quema. Personalmente no creo necesario que un libro disponga de tapas duras, me basta con que no haya errores tipográficos, que la presentación sea buena y que la contraportada refleje razonablemente lo que vayamos a encontrar dentro del libro, esta editorial cumple estos requisitos y todos sus libros me han hecho disfrutar de este maravilloso genero que es la Novela Histórica.

Titulo: El constructor de Pirámides.
Autor: Santiago Morata.
Valoración: **** (Muy bueno)
Editorial: Pàmies.
Leerla si os gusto: Sinuhe el Egipcio y La luz de Egipto.

Hoteles en Ainsa, Pirineo Aragones

9 comentarios:

  1. Estoy deseando leerlo desde que supe de su publicación y ahora tras tu reseña me quedo aún con más ganas

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  2. suena interesante, lo apunto ;)

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  3. El viernes tuve la dicha y el placer de compartir un rato con Santiago en su presentación de Valencia y esta novela promete mucho... bravo por él, por su franqueza y su saber estar.

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  4. Teniendo en cuenta que, según los egiptólogos, la gran pirámide se construyó en unos 20 años y que dicho monumento está constituido por 2.300.000 bloques de granito que oscilan entre 2 y 40 toneladas de peso, si se hacen cálculos (matemáticas básicas) resulta que hubo que extraer de la cantera, transportar y poner exactamente en su sitio uno de esos enormes bloques cada 2 minutos para poder terminar en ese tiempo (y supuestamente, sepultar al faraón). Eso suponiendo que los obreros fueran esclavos que trabajaban 10 horas al día los 365 dias del año. Si eran campesinos, como han postulado recientemente los arqueólogos, entonces sólo podían trabajar 3 meses al año,durante la crecida del Nilo, por tanto en ese caso tenían que mover las piedras de la cantera a la pirámide a una velocidad de un bloque cada 2 segundos. Además estos constructores tuvieron que cortar, tallar y pulir bloques de granito con herramientas de cobre, ya que Egipto entonces se hallaba en el Neolítico y no conocían el hierro.El cobre es un material muy blando con el que desde luego no se puede cortar el granito. El tema de los famosos tronquitos que supuestamente ponían debajo de los bloques para moverlos por la famosa rampa, es para partirse de risa, habida cuenta de que se trata de un país desértico, no de Alemania ni Finlandia. El día que una novela sea capaz de dar respuesta a estas cuestiones fundamentales y que nacen de un simple cálculo matemático, y de la lógica más básica y aplastante, podremos decir que habla con rigurosidad histórica sobre los constructores de las pirámides. Para mí esta novela se limita a hacerle la pelota a los egiptólogos (quienes se niegan a aceptar que simplemente, a día de hoy, NO SE SABE quién construyó las pirámides) y por eso ha recibido tan buenas críticas. Una sociedad neolítica, que ni siquiera utilizaba la rueda, que tenían una economía de supervivencia, no se iban a poner a construir unos edificios que incluso hoy significarían un esfuerzo económico titánico para un país tipo Estados Unidos o Japón. A nivel literario, no dudo que el libro tenga sus méritos, pero no puede tener un rigor histórico ni la propia egiptología ha conseguido aún.

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  5. Anónimo anterior, te crees todas las memeces conspiranoicas. Te recomiendo que te ilustres un poco antes de desprestigiar a los que saben, que el tema ya está muy superado:

    http://blogs.elcorreo.com/magonia/2010/01/25/un-carpintero-demuestra-como-pudieron-moverse-grandes/

    http://blogs.elcorreo.com/magonia/2008/8/12/la-tumba-del-faraon/

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  6. Y las cuentas que has hecho solo sirven si extrajeran, transportaran y colocaran las piedras DE UNA EN UNA, pero lógicamente (los egipcios eran más listos que tú, por lo que veo), siendo unos 10000 trabajadores (según las últimas estimaciones de los investigadores) se organizaron en grupos para extraer, transportar y colocar VARIAS PIEDRAS A LA VEZ (cada grupo la suya, ¿ya lo entiendes?) con lo que disponían de mucho más de los 2 minutos que deduces.

    Y afirmar que los egipcios no conocían la rueda demuestra también tu ignorancia, hay evidencias de que sí la conocían, pero preferían utilizar otros métodos de arrastre para mover objetos pues las ruedas no tenían suficiente consistencia y se hundían en la tierra.
    Los egipcios no eran tan tontos como nos quieren hacer creer algunos ¿listos? de ahora.

    Hay vídeos (http://www.bbc.co.uk/history/ancient/egyptians/great_pyramid_01.shtml) y libros ("Todo sobre las pirámides" de Mark Lehner) que explican con detalle como pudo ser el proceso.
    Sin embargo no hay ningún estudio que demuestre otras alternativas ridículas que pululan por ahí.

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  7. Magnífico libro, siempre me ha apasionado la civilización egipcia, y este verano durante mis vacaciones en Paris dediqué dos días a visitar el ala egipcia del Louvre. Hacía poco que había leído el constructor de pirámides, así que fue un placer sin igual descubrir tesoros tales como el busto de Snefrú padre de Keops, o a la hija de keops,¨Henuset devant son repas’’ (a la vez esposa y hermana de Keops) entre otras muchas maravillas del antiguo egipcio.
    Si os gustó el constructor de pirámides recomiendo Nefertiti de Michelle Moran.

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  8. Perdón, quise decir Henuset hija de Snefru y hermana, a la vez que esposa principal de keops.

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  9. Gran libro. Interesante de principio a fin. Tiene varias tramas, todas interesantes. Además de los datos arquitectónicos.

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